jueves, 18 de agosto de 2011

Asturias 2011

Hace un par de semanas regresé de unas vacaciones en Asturias, más concretamente en Cangas de Onís, con mis hermanas y sobrinas. Lo que hace que hable sobre esas vacaciones en este blog es que fui con mi moto, ya que éramos 6 y en el coche sólo cabían 5, así que la excusa perfecta para hacerme el viaje en moto.



Yendo en moto como iba, evidentemente no fuimos por autopista, sino por la carretera nacional, con rectas larguísimas en el tramo por la meseta, hasta casi la provincia de Burgos, y luego curvas y más curvas casi hasta Asturias. Así que salimos en dirección a Logroño por Lodosa (carretera secundaria), pasamos el tramo de la meseta lo más rápido posible, y nos adentramos en la zona de montañas, siguiendo el curso del río Ebro por unos cañones espectaculares, por la zona de Oña, ya en la provincia de Burgos. Ahí mismo, en Oña, tras un intento fallido en Quintanaélez, hacemos la primera parada de avituallamiento. Y tras el repostaje, iniciamos la parte más bonita del viaje, como ya he dicho por los cañones del Ebro, hacia Trespaderne, Medina de Pomar y Bercedo, donde empieza un puerto en la cima del cual está la frontera entre Cantabria y Castilla y León, y desde el cual se divisan estas dos regiones más Euskadi.




Después de esta parada, la carretera mejoró, con curvas constantes y subidas y bajadas de puertos. Lo disfruté tanto que no saqué ninguna foto :-D Ya en Colindres, cogimos la autopista para ir directos a la siguiente parada, en Suances, donde teníamos que recoger al resto de pasajeros.



Mis 2 sobrinas quedaron encantadas con la moto, así que empecé la labor de motivación, a ver si se convierten en moteras algún día.



Tras una corta parada en Suances, seguimos ya sin parar hasta Cangas de Onís. En este último tramo, tenía ya el culo, tras 6 horas de viaje, cuadrado del todo, y no sabía ya ni cómo ponerme en la moto. El culo sufre en todas las motos, pero la verdad es que en la Teneré se me cansa mucho antes, así que va a haber que ponerle gel o algo al asiento que lo mejore. Pero ya en Cangas de Onís, con los vehículos aparcados, comenzó el festival de la Sidra.




y, por supuesto, la Fabada



El resto de días hicimos distintas excursiones/actividades en sitios de los alrededores, como el río Sella, que descendimos en canoa...




o una visita a Covadonga...



y a los Lagos de Covadonga...




Fue una pena que el acceso a los Lagos ahora está cortado, así que no permiten vehículos particulares, sólo se puede subir en autobús. La carretera es una gozada, así que iba con ella en mente de otra vez que estuve, para subirla en moto. Pero la verdad es que se agradece que no dejen pasar vehículos, ya que la carretera es muy estrecha y se montan a veces unos atascos importantes, aparte de que así se proteje el entorno, que como se ve en las fotos, es espectacular. Pero vamos, al menos a las motos las podían dejar pasar, siempre y cuando les parezca bien a las vacas que campan a sus anchas por la toda la zona, claro :-D



También pasamos un día de playa en Ribadesella.



La vuelta a casa, con parada en Santander, tuvo de todo, empezando por la lluvia (con bastante intensidad en algunos momentos) por la zona de Cabrales. Pero la carretera de Cangas a Panes bien merece el remojón. Es una carretera de curvas constantes, con paisajes espectaculares, como el mirador del Naranjo de Bulnes:


O el río Cares, al lado del cual se circula durante bastantes kms.

Tras un tentempié en Santander, rumbo directo a casa por la N-232 que, tras alejarse de Santander capital se va acercando, subiendo poco a poco, hasta el puerto del Escudo, frontera natural entre Cantabria y Burgos. Antes de llegar al puerto caía algo de lluvia, pero nada que consiguiera volver a empaparme como en el primer tramo asturiano. Pero ya a 6/6 kms de la cima del puerto apareció una niebla super espesa que apenas permitía divisar las luces del coche de delante. Por suerte la niebla sólo duró 10/12 kms más, así que no dio tiempo a que molestara mucho.Y, por suerte, tras la niebla, el mejor tramo del trayecto, con cielo nublado pero sin una gota de lluvia y temperatura perfecta, pasando por bosques y puertecillos hasta que tomamos la carretera por la que vinimos a la ida, ya cerca de Oña.

Pero lo bueno, si breve, dos veces bueno, así que saliendo de Oña y ya entrando de lleno en la meseta, tuve que parar, asfixiado, a quitarme toda la ropa de más que me había ido poniendo desde Cangas, para no calarme y no pasar frío. Vamos, que un cambio de temperatura bestial en unos pocos kms. Y lo peor estaba por llegar, ya que al irnos alejando de las montañas, el viento soplaba cada vez más, hasta que ya en La Rioja, hice varios kms con la moto torcida hacia un lado, ya que el viento entraba, para más inri, de lado. Sin duda, el tramo más incómodo del trayecto y el que más pesado se me hizo. Pero bueno, al final, tras varias paradas y 7 horas de trayecto, llegamos a casa, con el culo dolorido, pero sanos y salvos.

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