lunes, 15 de abril de 2013

Sendero de las 3 cascadas

Último fin de semana en Cerler, con la estación ya cerrada, así que el sábado tocaba paseo. Como hace un par de otoños nos quedamos sin llegar a la última cascada, decidimos intentarlo, esta vez liderados por dos locales, a ver si conseguíamos llegar.

Salimos, como en la ocasión anterior, de la parte alta del pueblo de Cerler, desde donde, como siempre, hay unas vistas espectaculares a la estación y a todos los alrededores del pueblo:

La estación, con nieve hasta las trancas en sus cotas medias y altas:

Al igual que la pista que seguimos, primero con poca nieve:

Pero, a medida que vamos subiendo, la nieve va apareciendo:

Vamos bien protegidos por Paula:

Y así llegamos a donde ya toda la ladera norte, por la que circulamos, está llena de nieve:


Por algunos sitios se hace complicado transitar, ya que la nieve está helada en muchos lugares, o muy floja en otros (lo que hace que te hundas a cada paso), y con una buen pendiente.

Y otros tramos con menos pendiente, más abiertos y sin nieve:

Dejando atrás el río, por fin divisamos las primeras cascadas:

Y llegamos al último tramo para llegar a la última cascada (la que se nos resiste), que es el más peliagudo, pues está en una ladera muy sombría, llena de nieve dura, y con una buena caída al río:

Se pueden ver la 2ª y 3ª cascadas:

Pero, viendo que se complicaba la cosa, decidimos dar la vuelta, y repetir en mejor ocasión, cuando no haya nieve y podamos llegar a la última cascada a darnos una ducha refrescante (cuando haga calor, claro):

Sabia decisión, visto mi estado:

Así que nos damos la vuelta, pero volviendo por otro lado:

Aún encontramos mucha nieve, pero por el camino que hemos elegido hay varias laderas de bajada, así que las bajamos en plan tobogán:

Y se nos hace mucho más corto, aunque acabamos con el culo empapado. Una pena no haber tenido unos esquís a mano, porque con la nieve que quedaba daba para alguna bajada chula, eso si, teniendo que quitar y poner los esquís en varios sitios:

Una vez cruzado el río, ya no vemos más nieve (al estar en ladera sur), así que, aunque nuestros culos y ropas lo agradecen, no nos da para poder "deslizarnos" más.

Al final, unas 3 horas de paseo, con paisajes espectaculares (como siempre en el valle de Benasque), y el no llegar a la 3ª cascada nos obliga a volver, a ser posible con más calor, para, como recomiendan los locales, darnos una ducha de hidromasaje en ella.

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